Hola!! Soy Shafikah Khalil. Siempre me atrajo el tema salud, ya desde peque pasaba tiempo curioseando los libros de medicina de mi padre y confieso que puse alguna inyección a mis muñecos.

Decidí estudiar Biología, creo que impulsada por mi gusto por la naturaleza y porque la medicina me parecía un trabajo de alto riesgo debido a que me mareaba al ver la sangre.

Saber cómo alimentarme bien sin comer animales siempre ha estado muy presente en mí, como la fuerza está presente en un Jedi, así que después de estudiar tres años de Biología di un giro en mi carrera y me licencié en Ciencia y Tecnología de los Alimentos, donde adquirí los conocimientos suficientes para poder hacerme vegetariana (eso les dije a mis padres). No es que te formen sobre alimentación vegetariana en las Universidades Españolas pero sí adquieres los conocimientos suficientes sobre nutrición para dar un primer paso.  Por aquel entonces hacerte vegetariano te convertía en la «come lechuga» en todas las comidas familiares y a la que su “conducta” la llevaría a enfermar. ¡He sobrevivido y estoy aquí para seguir dando guerra!

Seguro que si has pasado un rato conmigo has podido observar conductas como analizar etiquetas de alimentos, escucharme decir algo sobre las grasas trans, las grasas de palma, los azúcares simples, alimentos procesados, hablar de proteínas vegetales…etc., la alimentación es mi tema favorito y lo disimulo mal. Reconozco que soy algo veguinutrifriki.

Desde que me independicé decidí seguir los pasos de mi madre en la cocina y probando y probando descubrí que la cocina puede ser divertida, innovadora y creativa. En parte también fue una estrategia de supervivencia, para un vegetariano es difícil comer fuera de casa, hay una costumbre generalizada de convertir los menús en vegetales simplemente añadiendo un poco de lechuga o tomate al contenido,  así aunque lleve atún o jamón se convierte en vegetal. Además cuando sabes lo que comes rechazas toda esa comida procesada diseñada para hacerte la vida más fácil, pero creerme que nada puede superar una comida hecha en casa con ingredientes seleccionados por uno mismo.

Nací y crecí en Madrid pero el destino me trajo hasta Gijón y aquí encontré mi primer trabajo relacionado con el asesoramiento dietético. Una experiencia muy enriquecedora y  positiva porque aprendí mucho de la gente, sus necesidades y sus problemas relacionados con la alimentación, pero sabía que ese no era mi sitio, no podía desarrollarme profesionalmente pero sí aprendí algo que no te enseñan en la universidad, a tratar, escuchar y a valorar a cada persona según sus circunstancias personales. En esta etapa de mi vida también me di cuenta de lo que no quiero hacer y el funcionamiento de sitios donde te utilizan para sus fines lucrativos sin importarles tus criterios profesionales ni las personas a las que atiendes.

En el año 2015, después de 8 años dedicándome al asesoramiento dietético, di el paso de formar mi propia “escuela de nutrición” (que es como me gusta llamar a mi proyecto) y empecé mi andadura como dietista en Gijón. Así nace Veguinut Nutrición y Dietética, una aventura profesional en la que intento sacar lo mejor de mi misma para ofrecer una atención adaptada a cada uno de los que confiáis en mí vuestra alimentación.

Soy la eterna estudiante, eso sí, cada vez con más criterio para elegir de quién quiero aprender y hacia dónde dirigirme. Pienso que aunque los títulos te capacitan para dedicarte a algo, tienes que adquirir las destrezas y hacerte un profesional avanzando por ti mismo, formarte y aprender del día a día y de otros profesionales, la ciencia avanza y si no avanzas con ella te desactualizas y eso por muchos títulos enmarcados en la pared no te conviertes en el mejor ni el más listo.

Creo en el trabajo multidisciplinar, he tenido la suerte de encontrarme en el camino con gente con la que seguro surgen proyectos chulos porque tienen la misma visión que yo de su trabajo y además son apasionados con lo que hacen, de los que aprendes a ser mejor y crecer personal y profesionalmente.