8M de 2021

El 8M, día de la mujer, me gustaría recordar a todas la que han hecho que hoy esté donde estoy, han sido un ejemplo de lucha e inspiración para seguir mirando hacia adelante aunque todo se pusiera en contra.

Me ha tocado emprender y estoy muy contenta con esta decisión. Para llegar hasta aquí he tenido que estudiar carrera, master, especializaciones, trabajar y sacrificar mucho tiempo en mi vida, todo para poder mantenerme económicamente, pero además, también invertir en mí, en mis sueños y en ese futuro mejor que siempre buscamos. He pasado por experiencias en el sector de la industria alimentaria muy desagradables por el hecho de ser mujer que me hicieron replantearme mi profesión de Tecnóloga Alimentaria, por eso me enfoqué a trabajar en consulta dietética.

Una de las frases más reciente que recuerdo que me dijo otra mujer fue: ¿Qué tal te va con la consulta? Mi respuesta, bien, estoy contenta. Su comentario: bueno, para ir tirando y para sacar para tus cosas está bien 😉 😉 !

Para mis cosas, claro, para pagar autónomos, alquiler, seguro, impuestos y además oye, mis cosas, comer, vestir, hipoteca y gastos de vivienda, caprichitos varios ya tú sabes.

No sé, quizás no lo tomé bien, pero bien parecía que insinuaba que trabajaba para comprarme pintalabios y ropita, que oye, también me compro si me apetece, pero vamos que ese comentario bien parece que venía a decirme que me mantenía mi pareja y a mí me había dado por montar un negocio como entretenimiento.

veguinut 8M

Montar una consulta no es algo al alcance de todas cuando terminas la carrera a no ser que tengas un buen respaldo económico. Ese momento llegó a mi vida después de currar durante años y ahorrar, además de arrastrar un momento de ansiedad por una muy mala situación laboral con una compañera de trabajo. Mientras trabajaba en trabajos que no me hacían feliz, estudiaba con la ilusión de poder trabajar en lo que a mí me gustaría el día de mañana, ya sabéis esa cultura del esfuerzo que nos enseñaron a toda una generación nuestros padres.

Hacerse un nombre dentro de mi sector, que es la nutrición, es vivir la competitividad de tus compañeras y ninguneo por parte de otros profesionales como médicos, enfermeras y nutricionistas, etc., esto es algo que por mi parte no ocurre ni ocurrirá en mi consulta, nunca desprestigio a un profesional para desacreditarle o lucirme por mucho que no esté de acuerdo con sus recomendaciones. Ya sabéis que aquí todo el mundo sabe de nutrición como ahora de epidemiología.

Tener un discurso diferente y tener personalidad, formación actualizada y defenderla con argumentos muchas veces sale caro, lo sé. Pero a muchas personas nos gusta ser fieles a nuestros principios, sabes que te cierras puertas pero bueno, yo ya elegí el bando de defender la salud y hacer libre a la gente en su poder de decisión saliéndome de la línea del discurso que vende.

La experiencia en redes sociales en estos aspectos de apoyo entre profesionales de mi sector y otros relacionados no ha sido tampoco muy satisfactoria, ¿cómo hemos llegado a «tantos seguidores tienes, tanto vales o así me interesas»? Y sobre todo, esa sensación la tengo muchas veces con otras mujeres emprendedoras como yo, algo que me da especialmente lástima. Esto contrasta con mi experiencia en el mundo real, donde conozco y colaboro con otras mujeres super top en lo suyo con las que estoy encantada de hacer proyectos juntas, como por ejemplo Yadhira Bartolomé y Manuela Fernández

Bueno, esta es mi aportación al 8M, un cachito de mi experiencia como mujer que sigue luchando por estar aquí y que nadie nos ningunee, nos silencie o borre nuestra lucha. No es fácil sobrevivir en un mundo que parece que quiere que sigamos en un segundo plano, donde se penaliza creer en una misma y darle prioridad a tus principios. Por eso animo a que todas nos apoyemos y no compitamos entre nosotras, que ya el mundo nos lo pone difícil como para encima andar haciendo batallitas que nos distraen de lo importante, defender nuestros derechos y conseguir la igualdad.

¡Seguimos!

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