El mejor residuo es el que no se produce

Inicio / Nutriguía / El mejor residuo es el que no se produce

Si os pidiera que pensarais en cuál es la estructura más grande jamás creada por el ser humano, probablemente muchos pensaríais en la gran pirámide de Giza, en Egipto,  en la gran muralla China o en el último rascacielos construido desafiando las leyes de la gravedad. De lo que estoy segura es que nadie habrá pensado en un vertedero, y es que efectivamente, y para nuestra desgracia, algunos vertederos de China, Corea, Brasil y México, con una aportación diaria de 10.000 toneladas de desperdicios  se han convertido en nuestra mayor “obra” como humanidad.

La basura como fenómeno urbano

El siglo XXI se ha denominado como el siglo de las ciudades, considerando la basura como un fenómeno urbano principalmente, ya que los habitantes de las ciudades producen hasta 4 veces más desechos  que los de campo, podemos concluir que la gestión de estos residuos supone un reto ambiental de tanto calibre como el cambio global, la lucha contra la contaminación y la falta de recursos con los que está directamente relacionado.

Las ciudades son consideradas como grandes consumidoras de recursos (cada vez más escasos) en las que se asienta más de la mitad de la población mundial y subiendo. El estudio del Banco Mundial What a waste  (Qué desperdicio) afirma que la producción de residuos sólidos se duplicará hacia 2025 con respecto a los generados en 2010 pasando de 3,5 millones de toneladas a más de 6 millones, lo que supone flotas de  camiones transportando todos esos desperdicios con sus respectivas emisiones además de su depósito en vertederos. Hasta cuándo podremos seguir generando residuos a un ritmo mayor del que la tierra puede absorber, es una pregunta de difícil respuesta para los científicos, que estiman que llegará un punto máximo de generación mundial a partir del cual, ésta se estabilizará e incluso comenzará a reducirse. Esta disminución se vincula con un descenso de la población en los países occidentales, así como un nuevo paradigma de consumo más racional y mayor concienciación sobre el reciclaje a lo que se añade nuevos avances en el tratamiento de las basuras. No obstante el “pico” de producción no se alcanzará al mismo tiempo en todo el mundo, se relaciona con el nivel de desarrollo de tal manera que se estima que en el África Subsahariana, cuyos vertederos son el destino de buena parte de los residuos procedentes de los países occidentales, necesitarán más tiempo.

¿Cuáles son los datos para España?

Según datos de la oficina comunitaria de estadísticas, Eurostat,  referidos al año 2012, cada europeo generó de media 492 kg. de residuos urbanos de los que 480 fueron tratados  (34% vertedero, 24% incineración, 27% reciclaje y 15% se convirtió en abono). España se sitúa en la zona media del ranking en cuanto a generación con 464 kg/persona y año, mientras que en tratamientos estamos claramente a la cola de Europa ya que sólo se recicla o composta un 27% de los residuos urbanos (reciclaje 17% y compostaje 10%) mientras que un 63% de los residuos fueron enviados a vertedero (34% media UE) y un 10% incinerados (24% media UE) para el año 2012.

¿Qué se está haciendo en Europa?

Europa promueve la jerarquía de gestión de residuos a través de la directiva marco de residuos 2008/98/CE. Dicha jerarquía prioriza la prevención de los residuos, reutilización, reciclaje, otros tipos de valorización y por último la eliminación (en vertedero o incineración sin recuperación de energía). Antes del presente año (2015) deberá efectuarse recogida diferenciada de al menos, los siguientes materiales: papel, metales, plástico y vidrio. Los Estados miembros deberán alcanzar en 2020 un objetivo de reciclado y reutilización del 50% en peso de al menos todos los residuos domésticos y asimilables de papel, plástico, metales y vidrio.

¿Y en España?

El 28 de Julio de 2011, se aprobó la ley de residuos y suelos contaminados Ley 22/2011 en la que se transponía la directiva marco de residuos europea. Se establece la misma jerarquía en la gestión de residuos y como objetivo antes del año 2020 contempla que la cantidad de residuos domésticos y comerciales destinados a preparación para la reutilización y reciclaje para las fracciones papel, metal, plásticos, vidrio, biorresiduos* y otras fracciones deberá alcanzar como mínimo el 50% en peso, es un objetivo aún más ambicioso que el europeo al añadir más fracciones.

recycle

¿Qué podemos hacer como consumidores?

  1. Priorizar el consumo de productos a granel, con menos embalajes, evitar en la medida de los posible las contaminantes bandejas de corcho blanco, elegir productos tamaño familiar ya que generan menos residuos de envolturas, así como evitar consumir alimentos que vienen en bolsitas individuales dentro de un envase más grande.
  2. Reducir el desperdicio alimentario, se estima que cada europeo desecha al año 180 kilogramos de alimentos en buen estado.
  3. Usar menos plásticos. Utilizar carros de la compra, bolsas reutilizables o cestas. En este sentido, el cobro de las bolsas en los supermercados ha contribuido a reducir hasta un 80% su generación, y se espera poder erradicarlas hacia 2018.
  4. Fomentar el arreglo frente a la cultura del usar y tirar. En este sentido, resulta especialmente importante el caso de los aparatos eléctricos y electrónicos. Móviles, baterías y electrodomésticos, están diseñados para que dejen de funcionar pasado un tiempo, es la denominada obsolescencia programada, o para que queden totalmente desactualizados, lo que se denomina obsolescencia percibida. Frente a esto, debemos elegir artículos que nos garanticen cierta longevidad y arreglarlos cuando no funcionen aunque a veces no salga rentable.
  5. Compostaje casero. Con el que podemos convertir los residuos de materia orgánica en abono para nuestras plantas.
  6. Fomentar el consumo de productos reciclados.
  7. Si tienes niños, usa pañales lavables. Se calcula que cada bebé usará unos 4500 pañales desechables en su infancia, se estima que tardan en degradarse entre dos y cinco siglos. En España se usan unos 1600 millones de pañales al año.
  8. Teniendo en cuenta la jerarquía de los residuos, primero prevención, es decir evitar que se produzcan, en segundo lugar la reutilización y cuando no sea posible usarlo más, depositar el residuo correctamente para que pueda reciclarse y servir como materia prima para un nuevo producto.

Estos son sólo unos pequeños consejos que podemos aplicar a nuestra vida cotidiana, no obstante os invito a analizar vuestro consumo y buscar qué podéis hacer en cada caso particular.

Nur K.H. Perea. Licenciada en Ciencias Ambientales, especialista en Gestión de Residuos.

Deja un comentario